Hoy, no me he levantado.
Tirado en el suelo
jugando con mis recuerdos
me he cortado.
El cristal frío ha dañado
lo que era un beso
y lo que era enfermo.
La sangre brota sabor amargo,
en tus labios la he probado
y la probaría de nuevo
aunque sea tu veneno.
¿Cómo he acabado aquí,
sangrando en la habitación
miseria y hedor?
Puedes llevarte todo de mi,
llévate mi final feliz
y un imperio de amor e ilusión
y quémalos en el dolor,
quémalos junto a ti.
Ya no tengo nada que vivir
todo lo que tenía ahora es rencor
agitado con amor.
Y puedes llevarte todo
ya no tengo nada,
no tengo alma
ni rostro.
No tengo oro
ni plata.
En mi nada,
tú eras todo
y ahora me queda solo
darte nada
para que lo quemes mañana.
Me iré
y a la vez me quedaré
en un mismo punto.
A miles de kilómetros estaré
pero de nuevo volveré
a una habitación
hiriéndome una capa de piel
y sangrando te veré.
Te llevarás todo
y de nuevo te pediré
que vuelvas otra vez,
pero sin nada.
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