viernes, 12 de febrero de 2010

Neben dich

Dejad que mi voz
descanse su clamor
donde su silencio se rompe
junto a las olas en su choque.

Dejad que estos versos
zarpen en un anhelo
para hacerse poesía
en el susurro de la brisa.

Dejad que mi alma
sea vagabunda en las playas
y que tan sólo pida a las arenas
una limosna de marea.

Dejad que pueda marchar
para que mis ojos puedan llorar
bañándose al final en el mar.

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