domingo, 7 de febrero de 2010

Wer sind Sie?

(Dialogo ente un detenido y un policía).

-Transcurridas unas horas después del incidente de esta mañana, usted es el único sospechoso que tenemos. A pesar de ello no tenemos ningún dato suyo. Nombre, fecha nacimiento, domicilio, alias...Nada. Dígame, ¿quién es usted?-

-No lo sé. Me levanto todos los días sin saberlo y me acuesto por la noche sin todavía saberlo. Conforme pasan los días va cambiando y construyendose. No sabría darle una respuesta clara. No lo sé.-

-¡Eso es absurdo! A nosotros no nos engaña. No sufre de amnesia, las pruebas médicas previas a este interrogatorio no revelan ningún síntoma relacionado con la pérdida de memoria o cualquier trastorno similar. Así que díganos quién es.-

-¿Quién es usted?-

-Soy Johannes Schmid, inspector de policía de...-

-Yo no me refiero a lo que pone es su estúpida placa, eso ya se leerlo. Digo qué quien eres.-

-Estamos gilipollas hoy, ¿eh? ¿Qué clase de contestación es esa? A parte, aquí hago yo las preguntas, así que dedíquese a contestarlas.-

-Tú tampoco me has contestado.-

-Soy Johannes...-

-Eso no, seguramente lo pondrá en tu número de identificación también, o en el número de la seguridad social, o en la firma del seguro de tu coche, pero no eres un número plastificado en una tarjeta ni un conjunto de letras en unos cuantos papeles, ni mucho menos el coche.-

-Bien, caso resuelto. Usted es uno de esos locos que están obsesionado con una de esas películas que hemos prohibido, que generan dementes como usted. Fascinado por tal delicia prohibida se cree todo lo que hay en esa cinta, ¿qué película ha visto? ¿Matrix, 1984, Fight Club? Por favor, guardias, podéis llevároslo.-

-¿Cómo me vas a encarcelar si no sabes quién soy?-

-Lo estamos deseando todos, díganoslo.-

-Yo soy aquel que se levanta cada mañana sin un rostro claro, sin ninguna definición clara me veo en el espejo. El tiempo me maquilla conforme a las horas y caminos que he andado. Yo soy el caminante de mis senderos, pues siento en cada paso que he dado la tierra en mi piel. Yo soy el reloj de arena que cuenta sus granitos bajo horas y días. Pero son tantos son los caminos y tan largo el tiempo que muchas veces me acuesto sin saber nada. Esa es mi vida y ese soy yo, mis caminos en una sucia mochila y mis horas en un viejo reloj de arena.

Pero, ¿y tú?. Tú ya tienes un rostro pintado. Te levantas y no miras tu rostro en un espejo, te miras en una pantalla en la que ya te dan un rostro y te lo imprimen en un papel para ponértelo para ser alguien. Lo paseas y ves todos con esa foto en la cara y con una etiqueta que te dan según la función que se espera de ti, pero todos bailando la misma mierda. Tus horas descritas en una pegatina y tus caminos ya imprimidos en una misma imagen.

Por eso le quería preguntar quién es, quién se esconde tras esa máscara.-


-Las máscaras definen nuestra vida y las etiquetas lo mejor que nos espera. Así funcionamos, adoptamos esta nueva vida porque estamos dentro de un determinado sistema. El sistema le hace a usted también: forma de pensar, actuar, ideas...

Sigo sin saber su nombre, pero de inmediato le daremos una nueva identidad y con ella será detenido de inmediato, ¿desea algún nombre en especial?-


-Como si me llama Susan, de todas formas estaré atado, con o sin barrotes, con una máscara y una etiqueta ahora. Entonces la palabra yo, no la sabré, pues ya no significará nada, ya no lo seré.-

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