lunes, 3 de mayo de 2010

Die Sünde

Algo se ve brillando
en un mar de fealdad.
Hermosa su luz
que carece de bondad.
Me da mi razón,
me da mi mediocridad,
me da su calor,
me da su maldad.
Me da vida.

Cuando abrazo su cuerpo
ardo en su fuego.
El dolor se confunde
en el delirio de un deseo.
Un deseo de pecado,
de lamer la garganta del infierno
y brindar por el triunfo
con una copa de veneno.

¡Y ahora vienen a mí,
tus besos,
tu cara,
en la puñalada de un sueño!
El cuchillo en tus labios
clava el dolor en mi cuello.
¡Y busco el placer
en la herida de tus pechos!

Nada tiene sentido
cuando corres en esta autopista
que da vueltas y vueltas
en una pesadilla
donde no hay limites.
Y quieres correr todavía
y sentir la sangre en las ruedas
cuando no hay un próximo día.

Arrastrado,
reptando en la porquería
busco el placer mi pecado.
Hierven mis pupilas
al ver esa luz.
Dolor y sufrimiento se deslizan
por sus carnes,
pero es el pecado de mi vida.

1 comentario:

  1. 23/10/10 23.51 hs.-buscando información sobre la pintura DIE SUENDE, bajo ese nombre me sorprende este poema estremecedoramente bello... me identifico en él.

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