domingo, 8 de noviembre de 2009

Erinnerung

La oscuridad de la noche se impuso a las horas del día en el bosque de Erinnerung. La luz creaba sombras terroríficas entre los caminos, sombras de árboles que guardan miedo y dolor que lo gritan en estas. Sombras creadas por aquella luz, por la Luna. Omnipotente se mostraba en la noche, decidiendo a quien dar cobijo en su luz y a quien dar frío en su oscuridad. Frío su rostro helado en la noche observaba el paisaje de Erinnerung y a un joven que lo cruzaba.

Xavier caminaba a paso lento, el dolor impedía dar un paso más. Finalmente cayó apoyado en la estatua de una tumba que se encontraba allí.

-Hoy dejo estos pasos aquí. Escalé acantilados y caí en sus afiladas rocas,¡ aquí dejo mis destrozadas manos, aquí dejo esta sangre! ¡Aquí dejo mis pasos! Donde una vez empezé y donde hoy terminaré.-

El joven se apartó y jadeando se tiro al suelo, como un gusano por intentar sobrevivir en la inmundicia, intentando sobrevivir del dolor. Levanto la vista y miró a los ojos de la estatua. La fría piedra mantenía sus pupilas fijas, todo su helado cuerpo permanecía inmovil bajo la luz de la Luna.

-¡Vuelvo aquí cada noche, a Erinnerung! ¡Y permanezco en la sombras de la luz que crea tu helado cuerpo mientras permaneces inmovil! ¿Es que no me oyes? ¡Tal vez sea un mudo cobarde a gritar! ¡Pero nadie lo oye! ¡No lo oyes! Aquí dejo todas mis palabras que no pronuncia mis labios y las que mi lengua explota. Aquí, en Erinnerung, en la roca fría se quedará grabada mi sangre donde gritará su liquidez ayuda,¡ayuda!-

Alzó sus brazos y puso sus manos sobre la fría estatua. La Luna cada vez iluminaba más y con ella las sombras de Erinnerung crecían, la sombra de la tumba crecía sobre Xavier y él temblaba por el frío que desprendía aquellas sombras y aquella estatua.

-Sé que muerta estás, pero mi corazón resucitó tu espiritu que me atormenta cada noche aquí,en Erinnerung. La monotonía del tiempo mata cada segundo de mi mente enferma y me congelo en su flujo poco a poco.

La mañana suiguente vendrá y junto a ella otra noche en la que volveré a tu tumba a llorar y a gritar sin que ninguna palabra puedas oir más que el silencio, la sangre por la que lloró no la podrás ver, ¡pero sigo aquí en Erinnerung llorando y sangrando en tu rostro frío y muerto!-

Tras este último aliento el muchacho se desmayó a los pies de la tumba y quedó envuelto bajo la oscuridad de Erinnerung. Finalmente el primer rayo del la mañana acarició la cara de Xavier. Se despertó, pero no en el bosque, despertó en la cama de su habitación húmeda del llorar, húmeda del frío de Erinnerung.

3 comentarios:

  1. Me parece buena tu forma de publicidad, jajaja.
    Me gusta, ya lo sabes Xavier. Me pareces un gran escritor y este texto en prosa me parece muy significativo ante la soledad de cuando te falta alguien...

    Me pasaré por aquí.
    Un besito.

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  2. Danke! Yo también me pasaré por el tuyo ;)

    PD Actualizo los fines de semana

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  3. Hablamos de que la prosa no era la tuyo y lo que acabo de leer me dice todo lo contrario.

    Ahora entrando en materia decirte que has llegado al corazón del lector, haciendo que se angustie el corazón y que llegue a desear abrazar al protagonista para que no esté solo. Se nota el sufrimiento en cada palabra y llamado que hace a la estatua, y que la soledad es lo único que le reodea por las noches ya sea figurativo o no.

    Eres un escritor de primera y ya sabes que te apoyaré en todo lo que hagas.
    Nos leemos.
    Besos

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