sábado, 7 de noviembre de 2009

Sehnsucht

Como un rayo de luz
el anhelo atraviesa el corazón.
Iluminado y silenciado
reclama la voz
el deseo ardiente.

Los días van pasando
y el cuerpo se congela,
pero el rostro permanece sonriente,
la llama no cesa
y su espíritu arde aún.
Los labios tiemblan
y la lengua enmudece,
las palabras se reflejan
en el silencio de la esperanza
y sólo queda la espera.

¡Es aquella lágrima
que tu rostro pide
incansable en su lucha!

¡Es la sangre
que tus manos piden
al levantarte!

¡Es el anhelo en ti!

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