viernes, 20 de noviembre de 2009

Nacht

Cuando el Sol se esconde
su legado cae sobre mí.
Extiendo las manos sobre la desnuda roca
y dejo a mis palabras fluir.

La boca sangra.
¡Dolor enmudecido, anhelo enmudecido!
¡Miedo enmudecido, amor enmudecido!

La sangre cae en las grietas,
grito agudo de mis palabras
que se graban en el sólido cuerpo.
Todo falta y no queda nada.
Seco dejo mi corazón
y todavía falta el alma.

Veo pinturas en la piedra,
oigo sus formas gritar
en la liquidez de la linfa.
¡Callad,callad!

Los recuerdos se pierden en la mente
y no paran de cantar.
Sus voces me tientan.
¡Callad, callad!

¿Cuándo saldrá el Sol?
¿Cuándo terminará e sueño?
¿Cuándo acabará la noche?
¿Cuándo cesará el anhelo?

1 comentario:

  1. Hola de nuevo. Después de todo siempre amarás la poesía, ¿verdad?
    Eso era para romper un poco el hielo que a veces me cuesta arrancar.

    "¿Cúando saldrá el Sol? ¿Cuándo terminará el sueño? ¿Cuándo acabará la noche? ¿Cuándo cesará el anhelo?"
    Esas palabras; cuatro frases que son las preguntas más claras y difíciles de contestar incluso después del recorrido descriptivo de todo el poema.
    La sangre, que mencionas en varias ocasiones incluso de diferente forma, es lo que nos hace seguir vivos; es lo que llena de vida el cuerpo que portamos por el valle de lágrimas que puede ser la vida. Muestras que se escapa como si todo lo que se tuviera fuera ese líquido rojizo; como si nada nos atara al mundo y sólo se quisiera terminar con el sufrimiento, la soledad; en definitva, terminar con la noche y llegar a lo más anhelado.

    Bueno, este es mi comentario.
    Nos leemos. Un beso

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